
La XIV Fiesta de la Naranja bate record de visitas con más de 2000 personas dispuestas a disfrutar del paisaje y de la gastronomía más tradicional
Las mujeres cocinan migas, los jóvenes exprimen el zumo, las más mayores hacen el remojón, los mayordomos atienden en la barra, el personal del Ayuntamiento coloca los stands y controla cada detalle. Todo un pueblo trabajando a destajo con el objetivo común de promocionar los valores naturales, gastronómicos y agrícolas de El Valle. Sus habitantes unidos para que la XIV Fiesta de la Naranja sea todo un éxito y salga de El Valle para el mundo.
Y así ha sido. El evento, celebrado el pasado fin de semana, desbordó las previsiones y batió récord de visitas. Centenares de senderistas que llegaban de hacer la Ruta de las Lágrimas de Boabdil, autocares con grupos de personas venidos de toda la provincia, familias enteras dispuestas a pasar un buen día de fiesta…en total, más de 2000 visitantes se concentraron en Melegís para degustar sus famosas migas de sémola, acompañadas por remojón de naranja, un sabroso gazpacho de limón y un fresco zumo de naranja para terminar con buen sabor de boca.
La fiesta tuvo lugar en el polideportivo del pueblo, que albergó además decenas de stands con productos de todo tipo, sobre todo, pan y bollería casera, artículos de decoración, confituras y mermeladas, flores e injertos, artículos de madera y un panel de catas de distintas variedades de cítricos.
Por otro lado se encontraba la zona donde adquirir los cuencos y jarras de barro para poderlos llenar de migas, remojón y zumo de naranja. Concentrados en una larga cola, los visitantes esperaban a recibir estos manjares.
En la barra, los mayordomos de las próximas fiestas en honor a San Antonio, atendían a los clientes con esmero con el objetivo de recaudar fondos para poder organizar el programa festivo.
Catorce años
Con esta edición, la fiesta de la naranja ha cumplido ya catorce años y sobra decir que el evento está más que consolidado. El objetivo es claro por parte del gobierno local: apostar por lo mejor que tienen, por las señas que más les identifican, por realzar los valores de la tierra. Y cada vez tiene más éxito.
El evento ha puesto el broche de oro a la semana de la XII Feria del Cítrico, que ha estado cargada de todo tipo de actividades en torno a la promoción turística de la comarca y a la potenciación de sus valores naturales y culturales. Si bien, en esta ocasión se ha hecho más hincapié en la dinamización de la comercialización y producción de los cítricos, así como en las buenas prácticas en su cultivo.