La Asociación de Mujeres Politólogas muestra cómo se reproducen estereotipos de manera natural en programas o anuncios a través de una charla organizada por el Ayuntamiento de El Valle.
La imagen de la mujer en los medios de comunicación se muestra, en multitud ocasiones, como estereotipos que se reproducen de manera natural pero que no fomentan la igualdad, sino una imagen sexista y discriminatoria. Como muestra, los diferentes papeles que representan las mujeres ante las cámaras en determinados programas o anuncios publicitarios. Papeles que la sociedad en general ha decidido que la mujer debe representar por el simple hecho de haber nacido con ese sexo.
Esta realidad ha sido analizada por las vecinas de El Valle a través de una charla impartida por la Asociación de Mujeres Politólogas y organizada por el Ayuntamiento del municipio. En una primera reflexión, se destacó que “las mujeres aparecen en los medios, principalmente, como esposas, madres, amas de casa, víctimas o vinculadas a temas de connotación sexual”.
De este modo, como explicó la directora de la charla, “a la mujer se la sigue identificando por su cuerpo, su belleza y sus relaciones sociales, y no se le da relevancia a su profesión como ocurre con los hombres, que aparecen como profesionales, deportistas, empresarios, etc.”
Asimismo, se destacaron los principales estereotipos de la imagen de la mujer en los medios de comunicación, apoyados por varios ejemplos audiovisuales. Por ejemplo, “la abuela previsora; la ama de casa dedicada a tareas hogareñas, así como a atender a su marido e hijos y siempre razonablemente atractiva; la triunfadora profesional como una chica independiente que comparte con el hombre una relación de paridad, esta mujer es profesional, atractiva y admirada por sus compañeros; la mujer objeto que no tiene personalidad ni identidad y se utiliza como reclamo sexual en anuncios de bebidas alcohólicas o perfumes; y la mujer complemento, sensual y atractiva muy visible en ciertos anuncios de desodorantes masculinos”.
Anuncios, que la sociedad consume todos los días con toda normalidad. Sin embargo, como conclusión se puso de manifiesto que “que las mujeres son el principal objetivo en las campañas de publicidad y que en muchos casos su imagen se utiliza como un objeto asociado a complacer al hombre, pero que en realidad la publicidad no refleja la verdad ya que no exhibe la diversidad humana”.