El evento, que ha ofrecido un diseño más profesional y abierto al turismo, ha batido récord de visitantes llegados de toda la provincia y de fuera
La XVII Feria de la Naranja ha batido récord de visitantes durante el pasado fin de semana. Del 7 al 9 de abril, unas 4000 personas, aproximadamente, se han acercado a El Valle para disfrutar de las diferentes actividades programadas en torno al ocio, la cultura, la gastronomía y el senderismo.
La pista cubierta Antonio Ruiz (Melegís) ha acogido el evento que este año ha ofrecido un diseño más profesional y abierto al turismo. Ha sido escenario donde han convivido los valores agrícolas, gastronómicos y turísticos de El Valle, con un gran número de stands con productos típicos así como artículos de artesanía, decoración e información turística. Por ellos han pasado miles de personas desde que el viernes, el delegado de Agricultura de la Junta de Andalucía en Granada, Manuel García Cerezo, diera el pistoletazo de salida a la feria junto con el alcalde del municipio, Juan Antonio Palomino, y concejales y representantes de otros Consistorios de la comarca. García Cerezo felicitó a El Valle por ser “un ejemplo de desarrollo rural para toda la provincia”.
Después de la inauguración tuvo lugar el Concurso Gastronómico del Cítrico, que reunió deliciosos platos como piononos a la crema de naranja de El Valle; pizza de carne picada con naranja; carrillada con salsa de naranja (primer premio profesional); porra de naranja con brocheta de gamba crujiente; tarta de limón o panna cotta de mandarina (primer premio amateur).
El sábado fue el día grande de la feria. A primera hora de la mañana, las mujeres del municipio se afanaban en cocinar las deliciosas migas para las miles de personas que posteriormente las degustaron junto con el remojón de naranja y el gazpacho de limón. Todo elaborado por las vecinas de El Valle y los jóvenes voluntarios, encargados de exprimir también el zumo de naranja.
Para el domingo estaba organizada una gran jornada de senderismo que contó con dos rutas y la participación de más de 400 personas que luego disfrutaron de una suculenta paella en el pabellón de la feria. Visitas turísticas, actividades infantiles y actuaciones musicales pusieron el broche de oro a un espléndido fin de semana donde el objetivo principal era la promoción del municipio con su principal valor: la naranja.
Mayor nivel y calidad
El evento, que ha superado todas las previsiones posibles, ha incorporado este año atractivas novedades con el objetivo de dotarlo de un mayor nivel y calidad, haciéndolo así más atractivo al público en general. En este sentido, ha aumentado el número de stands, ha dispuesto un servicio de ludoteca durante el horario de apertura de la feria; ha incorporado una segunda ruta de senderismo de un nivel más fácil para poder llegar a todos los públicos; y ha previsto una zona al aire libre rodeada de naranjos y limoneros para el disfrute de los visitantes.
Hecha por los vecinos
Pero los verdaderos protagonistas de la fiesta, junto con los cítricos, son los propios vecinos del pueblo que de forma voluntaria trabajan a destajo para que el evento se convierta en todo un éxito. Mientras las mujeres hacen las migas y el remojón, los más jóvenes exprimen el zumo de naranja y los mayordomos de las fiestas patronales atienden en la barra. Entretanto, el personal del Ayuntamiento controla los stands y vigilan cada detalle. Todo un pueblo unido bajo el objetivo común de promocionar los valores naturales, gastronómicos y agrícolas de El Valle.