El Cortijo de Los Secanillos, en Saleres, fue el escenario de este concierto, al que acudió más de un centenar de personas.
Más de un centenar de personas se dio cita hace unos días en el Cortijo de Los Secanillos (Saleres) para asistir a un espectacular concierto de fusión entre flamenco y música tradicional japonesa.
El Valle fue el escenario de esta muestra que reunió a numeroso público, entre el que se encontraban vecinos del municipio, como el alcalde, Juan Antonio Palomino, así como personas de los pueblos de alrededor y visitantes de lugares tan distantes como París o Ámsterdam.
Todos quedaron encantados con una de las propuestas más interesantes de la fusión actual, que a su vez se convertía en un evento original y único en El Valle. Los protagonistas de las noche fueron los componentes del grupo japonés que actuó, compuesto por Koichi Yoshida tocando el shakuchi (flauta de bambú); William Prunkl al chelo; Ippei Ikeda al piano; y Bayan Fujisawa en la ‘tabla’ (percusión). Al baile, se encontraba la artista granadina Carmen Álvarez, quien conoció al grupo japonés cuando enseñaba flamenco en Kyoto.
El momento más emocionante de la noche llegó con la interpretación japonesa de El Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, en la que la bailaora, vestida con un elegante kimono japonés, realizó una excelente combinación de baile tradicional japonés con el baile flamenco. La actuación gustó mucho a los asistentes que brindaron calurosos aplausos a los artistas al término del concierto.