
Son las fiestas más entrañables de Melegís y donde se dan cita las actividades festivas más tradicionales, como el Rosario de la Aurora con su gran chocolatada o la misa rociera. Se trata de las fiestas en honor a la Virgen del Rosario, muy queridas por los vecinos y quienes un año más las han querido celebrar a lo grande.
Se trata de unas fiestas modestas, que sólo duran un día y que se celebran en la plaza de la Iglesia (a diferencia de las fiestas de San Antonio, que tienen lugar en un recinto más amplio).
Sin embargo, es una festividad muy esperada por todos y que este año ha tenido lugar el pasado 12 de octubre. La jornada comenzaba con la celebración del Rosario de la Aurora a primera hora de la mañana, que culminó con una gran ‘chocolatada’, hecha por las chicas más jóvenes del pueblo, en la puerta de la iglesia.
A mediodía tuvo lugar la tradicional misa rociera con canciones dedicadas a la protagonista de la celebración eucarística, la Virgen del Rosario. Los vecinos y vecinas de El Valle, entre los que se encontraban muchas personas que aprovechan ese día para reencontrarse con su pueblo, copaban la iglesia de Melegís.
Por la tarde, el disfrute fue para los más pequeños. Los niños y las niñas del municipio disfrutaron de la ‘Hora divertida’, con colchonetas para saltar, de la Batukada a cargo del Ayuntamiento de El Valle y de los tradicionales juegos y cucañas.
Ya por la noche, la Virgen salía en procesión para ser venerada por todos los vecinos. Hombres y mujeres le cantaron la tradicional Salve, y los fuegos artificiales acompañados por la banda de música coronaron el acto.
Tras la procesión, todos se congregaron en la verbena popular, donde hubo música, baile y mucha animación hasta el amanecer.