El evento, que ha ofrecido un diseño más profesional y abierto al turismo, fue inaugurado por el vicepresidente de la Diputación de Granada, Pedro Fernández Peñalver
Los valores turísticos, gastronómicos y agrícolas de El Valle, unidos durante tres días y puestos a disposición del visitante en un único espacio. La XVI Feria de la Naranja ha vuelto a concentrar a unos dos mil visitantes deseosos de disfrutar de las bondades que ofrecen los pueblos de Melegís, Restábal y Saleres.
Desde el viernes 18 de marzo y hasta el domingo siguiente, El Valle ha sido escenario donde han convivido actividades de lo más variadas en torno a la promoción de los valores más importantes del municipio.
Los diferentes actos, que se han llevado a cabo en el pabellón Antonio Ruiz (Melegís), comenzaron el viernes con la apertura de los más de treinta stands, y los concursos gastronómicos de la naranja, tanto de la categoría infantil como de adulto.
El sábado tenía lugar la inauguración a cargo del vicepresidente de la Diputación de Granada, Pedro Fernández Peñalver, que daba el pistoletazo de salida a la feria acompañado por el alcalde de El Valle, Juan Antonio Palomino. A mediodía, llegaba la hora de las degustaciones gastronómicas de migas, remojón de naranja y zumo de naranja, todo hecho por las mujeres de El Valle y los jóvenes voluntarios.
Para el domingo estaba organizada una gran jornada de senderismo que contó con la participación de más de 200 personas que realizaron una ruta circular y guiada por El Valle, para luego disfrutar de una suculenta paella en el pabellón de la feria. Visitas turísticas, actividades infantiles y actuaciones musicales pusieron el broche de oro a un espléndido fin de semana donde el objetivo principal era la promoción del municipio con su principal valor: la naranja.
Hecha por los vecinos
Pero los verdaderos protagonistas de la fiesta, junto con los cítricos, son los propios vecinos del pueblo que de forma voluntaria trabajan a destajo para que el evento se convierta en todo un éxito. Mientras las mujeres hacen las migas y el remojón, los más jóvenes exprimen el zumo de naranja y los mayordomos de las fiestas patronales atienden en la barra. Entretanto, el personal del Ayuntamiento controla los stands y vigilan cada detalle. Todo un pueblo unido bajo el objetivo común de promocionar los valores naturales, gastronómicos y agrícolas de El Valle.