Como cada año, los salereños han salido a la calle en el último fin de semana de octubre para celebrar ‘La Función’, una festividad marcada por la tradición de venerar a Santiago Apóstol en esta fecha, y a la Virgen del Rosario.
Han sido días de alegría, de alboroto en el pueblo y de reencuentros, donde vecinos, familiares y amigos se han unido para celebrar unas fiestas muy esperadas y con todos los ingredientes para agradar a mayores y a pequeños.
A primera hora de la mañana, la Banda de Música de Padul con una animada diana musical llamaba a las puertas de todas las casas. Anunciaba que el pueblo estaba en fiestas e invitaba a los vecinos a acudir a las Eucaristías celebradas el sábado y el domingo para venerar a los patrones.
Los niños fueron protagonistas de las tardes, donde los mayordomos habían organizado diversos juegos populares y cucañas que hicieron las delicias de los más pequeños.
Ya por la noche tenía lugar la procesión por las calles del pueblo que culminó con un espectacular castillo de fuegos artificiales.
Y el domingo a mediodía, todos se dieron cita en la gran paella popular organizada por el Ayuntamiento de El Valle.
Durante todo el fin de semana tampoco faltaron las veladas musicales en la plaza del pueblo que se prolongaron hasta altas horas de la madrugada.