
El alcalde de El Valle, Juan Antonio Palomino, participa exponiendo la principal problemática de la comarca y con medidas para frenar el despoblamiento
Hace unos días el municipio del El Valle participaba en la Jornada sobre la Despoblación de la Alpujarra y El Valle de Lecrín que tenía como objetivo poner el foco de la atención pública sobre este territorio, ya que viene sufriendo durante los últimos años unas cifras de despoblamiento que están por encima de la media nacional.
La actuación se planteó como un foro de trabajo con expertos que ayudaron a conocer la realidad de los territorios rurales que sufren este problema, aportando posibles soluciones al mismo, que culminara con la aprobación de una Declaración, suscrita por las Mancomunidades de la Alpujarra y el Valle de Lecrín, aprobando una serie de medidas y reivindicaciones para afrontar el futuro. El encuentro, celebrado en Laroles y al que acudieron diverso representantes políticos, contó también con la presencia de concejales y técnicos del Ayuntamiento de El Valle con el alcalde, Juan Antonio Palomino, a la cabeza, que además participó como ponente en la mesa redonda “Fortalezas de la Alpujarra, el Valle de Lecrín y otros territorios de Granada y Almería con esta problemática”
Palomino explicó que “los principales problemas a los que se enfrenta el Valle de Lecrín es la despoblación -población envejecida-; los factores económicos; la alta tasa de desempleo y baja empleabilidad de los demandantes que, junto a las dificultades de la comunicación (transporte público y deficiencia informática) desempeñan un papel crucial en este proceso de despoblación”.
En definitiva, concluyó, “los motivos que llevaron y llevan a tantas personas a emigrar a las ciudades tienen que ver con su capacidad para proporcionar mayores niveles de bienestar material -oportunidades laborales, mejores servicios o equipamientos”.
Pero hay que tener en cuenta que la comarca también cuenta con infinidad de fortalezas como puede ser su riqueza y diversidad paisajística y recursos patrimoniales, lo que le lleva a ser una zona con un importante potencial en el sector turístico. Por otro lado, su situación geográfica (40 minutos de la costa y de la capital de Granada) y la mejora de infraestructuras de transporte (Autovía de la Costa A-7 o la conexión con el Puerto de Motril) la hace una zona estratégica para el desarrollo residencial. Sin contar con los productos agroindustriales de calidad y que podrían ser objeto de oportunidades de emprendimiento. En definitiva, es necesario aprovechar las potencialidades de cada rincón, de cada municipio que compone estas comarcas, sacando el máximo partido a sus recursos para lograr un desarrollo equilibrado del territorio.
Como medidas de mejora para evitar el despoblamiento de este territorio, se expuso la necesidad de que todas las autoridades estén involucradas en la lucha contra la despoblación, mejor coordinación y aprovechamiento de los fondos disponibles.
También se hizo hincapié en que es imprescindible definir y conocer las fortalezas/potencialidades de estos territorios, para poder trabajar en la promoción directa en Europa y establecer “contacto” con el objetivo de poder acceder a fondos cuando salgan las convocatorias (búsqueda de ayudas y recursos). El Valle de Lecrín necesita ser reconocido en Europa como una comarca agrícola singular por su alto valor ecológico paisajístico, cultural o gastronómico.
Además, se reivindicó un plan especial del Gobierno central que aporte soluciones en áreas como empleo, juventud, turismo o comunicaciones y la necesidad del trabajo en equipo de El Valle de Lecrín con otros territorios limítrofes, con una historia similar y que puedan complementar recursos.