
Unas 45 personas asistieron a una sesión donde lo importante era aprender a reírse de uno mismo.
La risoterapia es una puerta para lograr la relajación, la creatividad y la capacidad de sentir, utilizando simplemente la risa como camino. Esto es lo que han aprendido las 45 personas que, aproximadamente, asistieron al taller de risoterapia impartido en El Valle a través del Instituto Andaluz de la Juventud.
La sesión, que duró cuatro horas y tuvo lugar en la Casa de la Cultura de Melegís, propició que los participantes aprendieran técnicas para liberar las tensiones del cuerpo y así poder llegar a la carcajada. Algunos de los asistentes explicaron que “el objetivo es aprender a reírse de uno mismo utilizando la imaginación como principal herramienta”.
Algunos de los ejercicios estuvieron basados en la expresión corporal, el juego, imitaciones o escenas de teatro, realizadas en grupo o por parejas.
Entre otros beneficios, la risoterapia rejuvenece, elimina el estrés, las tensiones, la ansiedad, etc. Además, nos aporta aceptación, comprensión, alegría, relajación y ayuda a transformar nuestras pautas mentales.