Una fiesta llena de tradición en honor a la Virgen del Rosario

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El pasado 11 de octubre los melegileños salieron a la calle para celebrar sus fiestas más entrañables, en honor a la Virgen del Rosario. Son las fiestas más entrañables de Melegís y donde se dan cita las actividades festivas más tradicionales, como el Rosario de la Aurora con su gran chocolatada o la misa rociera.

Se trata de unas fiestas modestas muy queridas por los vecinos, que sólo duran un día y que se celebran en la plaza de la Iglesia, un marco incomparable que hace la festividad aún más vecinal y llena de tradición.

Los mayordomos, así como el pueblo entero, han realizado un gran esfuerzo para que Melegís rinda honores a la virgen con una jornada llena de devoción y diversión.

Así, el Rosario de la Aurora daba el pistoletazo de salida a primera hora de la mañana tras un sonoro repique de campanas para anunciar que el pueblo estaba en fiestas. Después, una gran chocolatada elaborada por las jóvenes del pueblo hacía entrar en calor a todos los asistentes, y prepararlos así para el desfile de cabezudos por las calles del pueblo.

A mediodía tuvo lugar la tradicional misa rociera con canciones dedicadas a la protagonista de la celebración eucarística, la Virgen del Rosario. Los vecinos y vecinas de El Valle, entre los que se encontraban muchas personas que aprovechan ese día para reencontrarse con su pueblo, copaban la iglesia de Melegís. Al finalizar la misa, una actuación flamenca amenizó la hora del aperitivo y la tapa.

Por la tarde, el disfrute fue para los más pequeños. Los niños y las niñas del municipio disfrutaron de colchones hinchables, a cargo del Ayuntamiento de El Valle, y de los tradicionales juegos y cucañas como la corrida de cintas en bici o el derribo de los pipotes.

Ya por la noche, la Virgen salía en procesión para ser venerada por todos los vecinos, acompañada de la banda de música y de varias hermandades de los pueblos vecinos. Hombres y mujeres le cantaron la tradicional Salve, y los fuegos artificiales coronaron el acto.

Tras la procesión, todos se congregaron en la verbena popular, donde hubo música, baile y mucha animación.